Bajo el lema “Ciudades para ciudadanos” este viernes 30 de noviembre en la Estación Mapocho de Santiago se da inicio a la XVIII Bienal de Arquitectura y Territorio 2012, definida por sus convocantes como una “fiesta nacional de arquitectura, urbanismo y paisajismo“.
La muestra estará abierta hasta el 9 de diciembre con un nutrido Programa que incluye foros, encuentros, exhibiciones, mesas redondas, clases magistrales y seminarios a cargo de expositores nacionales e internacionales. La entrada tiene un valor de $ 3.000 y para estudiantes $ 1.000.
Este año, entre los proyectos y exposiciones que tendrán visibilidad en la Bienal, estará presente Bicicultura, con un módulo de imágenes y participación en el Foro Ciudadano que organiza el Comité Hábitat y Vivienda del Colegio de Arquitectos de Chile.
Habrá biciestacionamientos disponibles para quienes quieran asistir en bicicleta.
Bicicultura en Foro Ciudadano el sábado 8 de diciembre:
El objetivo del Foro, como señalan sus organzadores, es elevar propuestas al debate político que está surgiendo en este momento a través de tres temas en tres fechas distintas: Justicia y seguridad, No + lucro inmobiliario, y Derecho a la ciudad el 8 de diciembre, donde estaremos hablando sobre el uso de la calle y los derechos de los usuarios de bicicletas a transitar por la ciudad en forma segura y responsble.
Ver Programa de la Bienal pinchando aquí
MANIFIESTO
XVIII BIENAL NACIONAL DE ARQUITECTURA Y TERRITORIO 2012
CIUDADES PARA CIUDADANOS
La falta de crítica arquitectónica en la prensa chilena es tal vez la prueba más tangible de la tenue relación entre la profesión del arquitecto y la opinión pública. Parece cada vez más improbable que arquitectos, urbanistas y paisajistas—como gremios o individuos—influyan efectivamente en la generación de políticas públicas, de leyes y normas, o que proyecten en concordancia con las visiones de progreso y bienestar que normalmente surgen de procesos participativos, garantizando así a la ciudadanía un sentido de legitimidad y pertenencia.
No obstante el enorme prestigio internacional de la arquitectura chilena, gracias principalmente a ‘obras de autor’ de excelente calidad, numerosas intervenciones recientes a escala urbana, con consecuencias conflictivas para el paisaje, la identidad nacional y el bienestar de la ciudadanía, han puesto en duda la institucionalidad del desarrollo urbano e incluso el prestigio de nuestro gremio en cuanto a su responsabilidad social. Si no aparecemos directamente involucrados en el desarrollo de ciudades más armónicas, ambientes más sanos y territorios mejor planificados, ¿Cuál es el verdadero rol del arquitecto chileno hoy?
La Bienal Nacional de Arquitectura, creada por el Directorio del Colegio de Arquitectos de Chile en 1977, es la más importante instancia de encuentro, reflexión y difusión para la profesión en el país, un evento cuya reputación está arraigada en el circuito cultural del país gracias a una larga historia de notables éxitos. La Bienal sirve un múltiple propósito: exponer y debatir el Estado del Arte al interior del gremio, congregar las Escuelas de Arquitectura y sus estudiantes, y establecer vínculos entre la disciplina, el gremio y la sociedad. Si como gremio queremos colectivamente definir con nitidez nuestro potencial aporte al desarrollo del país, es este último aspecto donde habrá que poner mayor énfasis: difundir nuestro trabajo de manera accesible, explicar los alcances de la disciplina al gran público mediante una respuesta oportuna a los temas de contingencia; acercarse decididamente a los más jóvenes.
Precisamente para hacer más trascendente el esfuerzo de organizar la Bienal, es que para esta versión se han puesto en práctica algunas recientes reformas reglamentarias, enfocadas principalmente en otorgar mayor autonomía y visión de largo plazo al estamento del Colegio de Arquitectos que vela por la organización periódica de la Bienal. Del mismo modo, se han instaurado la figura del Curador como una persona convocada con mayores libertades idiosincráticas y conceptuales, cuyas responsabilidades de gestión son debidamente compartidas y apoyadas por el equipo profesional que el Colegio de Arquitecto decida organizar expresamente para tal propósito.
Bajo el lema CIUDADES PARA CIUDADANOS, la XVIII Bienal Nacional de Arquitectura y Territorio, organizada por el Colegio de Arquitectos de Chile, intentará hacer evidente el vínculo entre participación ciudadana y arquitectura edilicia, urbanismo y paisajismo de calidad, así como la necesidad urgente de promover ese vínculo en la institucionalidad del país, tanto para mejorar nuestros prospectos de bienestar como para acercarnos al paradigma, siempre esquivo, de un desarrollo moderno, pluralista y universal.
Intentaremos también hacer visibles los alcances actuales de la disciplina, con sus múltiples vertientes, tanto a arquitectos y estudiantes como al ciudadano común. Para ello deberemos reconocer un cambio de paradigma en los contenidos expositivos de un evento de esta naturaleza: no tanto una vitrina de obras—puesto que para eso ya existen numerosos medios de difusión—sino un espacio para la reflexión, la socialización y el debate. Es así que la muestra deberá ser más conceptual y propositiva que una mera exposición de proyectos, sustentada en elementos iconográficos y técnicos suficientemente atractivos y comprensibles para el público general y la prensa, al mismo tiempo que un foro disciplinar de vanguardia para profesionales y estudiantes.
Con más de 40 escuelas de arquitectura, y con una profusión de jóvenes profesionales abriéndose paso en la sociedad, cabe preguntarse también cómo perfilan las universidades chilenas el campo laboral del futuro arquitecto a la luz de los nuevos desafíos de nuestra época, particularmente el explosivo crecimiento urbano y su planificación, la solución a desigualdades sociales que son generadas por ese crecimiento, la escasez de recursos y el imperativo de eficiencia; la representatividad y participación ciudadana en procesos de planificación y diseño; la creación de belleza y orgullo cívico.
Para lograr estos objetivos, nos proponemos establecer un programa intensivo de difusión de los propósitos y actividades de la bienal a través de medios convencionales y electrónicos; aumentar la participación de colegios y escuelas universitarias de regiones mediante un programa de Educación con recursos específicos; y aumentar significativamente la participación de escuelas de arquitectura, asignando más espacio y mayores desafíos temáticos en su convocatoria.
El Colegio de Arquitectos de Chile invita a profesionales, académicos, estudiantes, prensa y público a participar con entusiasmo en esta trascendente fiesta nacional de arquitectura, urbanismo y paisajismo.
La XVIII Bienal Nacional de Arquitectura y Territorio tendrá lugar en el Centro Cultural Estación Mapocho, entre el 30 de noviembre y el 9 de diciembre del presente año.
SEBASTIAN GRAY A.
Arquitecto Curador XVIII Bienal de Arquitectura y Territorio
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