Los viajes en bicicleta en Santiago aumentan 10% cada año, y en algunas zonas más de un 20%, según cifras oficiales, planteando desafíos a la planificación vial de la capital que actualmente parece en crisis. En este tiempo de cambio Bicicultura busca tener un rol participante y propositivo.
En este escenario, en diciembre de 2013, el Ministerio de Transportes publicó el Análisis Normativo de la Bicicleta, un estudio pensado como base para cambiar la ley de Tránsito, proyecto que está actualmente en discusión en el Congreso y contiene importantes mejoras para la movilidad ciclista.
Un camino largo
El movimiento ciudadano ciclista nace en los años 90 y desde ese entonces ha crecido en adeptos y diversidad de organizaciones de base. Todos, desde sus diferentes ámbitos de acción, han contribuido a eliminar prejuicios que frenaban en Chile la masificación del uso de la bicicleta y afectaban negativamente la imagen del ciclista.
“Antes en Chile era mal mirado andar en bicicleta, se asociaba a la pobreza, y mucho del trabajo de las organizaciones fue visibilizar lo equivocado de este prejuicio y mostrar su verdadero aporte a una movilidad más inteligente, eficiente y humana”, recuerda Amarilis Horta, directora del Centro Bicicultura.
Bicicultura estuvo entre las organizaciones ciudadanas que argumentaron ante la autoridad sobre lo imprescindible de contar con esta información y fue quien obtuvo la licitación de la Secretaria de Planificación de Transporte (Sectra) para desarrollar el análisis para la cartera.
“Era necesario dejar instalado en el ministerio una serie de conocimientos que pusiera en evidencia que en otros países se logran soluciones eficientes, económicas y validadas técnicamente gracias al uso de la bicicleta”, cuenta Henry Herrera, jefe de proyectos de Bicicultura.
Costos sociales
El estudio levantó la alfombra bajo la cual se barren muchas veces las cuantiosas externalidad de un sistema de transporte motorizado. Por ejemplo, se constató que la inequidad en la distribución del espacio vial existente en Chile fomenta la motorización y crea perjuicios a la salud de la población; los que en 2007 se estimaron en USS$730 millones, del cual el 66% fue absorbido por el sector público a través del sistema de salud.
Además, señala, Chile adhiere al Protocolo de Kioto y, por tanto, tiene obligaciones respecto a reducción de gases de efecto invernadero, de los cuales los sectores energía y transportes son los mayores responsables en el territorio nacional. Sugiere también el reconocimiento de la energía cinética humana como Energía Renovable No Convencional, para aportar a las metas impuestas por Chile en términos de reducción de los gases de efecto invernadero.
Conclusiones
El estudio comparó la experiencia ciclista de múltiples países, como Dinamarca, España, México y Colombia, por ejemplo, y además se hizo un compendio de las iniciativas exitosas, como un programa para el uso de la bicicleta al trabajo, mejoras en la infraestructura, vías ciclistas, entre muchos otras, generando una completa hoja de ruta.
Entre las principales medidas de largo plazo propone cambios a la Ley del Tránsito, para la regulación y fomento del uso de la bicicleta, a la vez que logre incorporar de manera armónica a la “dimensión bicicleta”, considerándolos como vehículos de características diferentes a los motorizados, principalmente en función de su vulnerabilidad relativa frente a vehículo motorizados.
Algunas de las materias que se pretende abordar en el proyecto de ley son disminuir los límites de velocidad; promover estacionamientos para bicicletas, dar preferencia de paso en virajes y otras señalizaciones a ciclistas, así como facilitar su cruce seguro; reservar vías para vehículos a energía humana, promover la intermodalidad bicicleta-transporte público y regular la relación entre conductores de vehículos motorizados y peatones con el ciclista, entre varias.
Proyecciones
El estudio estuvo listo a fines del 2013 y pronto tuvo repercusiones. En el Día Mundial Sin Auto (DMSA) 2014, los subsecretarios de Transporte dieron a conocer la intención de cambiar la ley y de trabajar con organizaciones ciclistas para hacerlo. Un año después, también durante el DMSA se anunció el envío al Congreso.
“Con el Foro Mundial de la Bicicleta 2016 estamos pensando concluir con una cicletada al Congreso en Valparaíso para pedir suma urgencia al proyecto, pues actualmente no hay claridad cuando será promulgada”, adelanta Henry Herrera. Por su parte, Amarilis Horta señala que “ahora es el momento de apoyar con fuerza el movimiento pro ciclista que por tantos años ha ido avanzando para generar cambios profundos de la movilidad urbana y, con ellos, de la cultura del país”.
Accede al estudio completo desde aquí.
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