Ya es oficial. La próxima semana, a más tardar el sábado, la empresa Interchile -filial de la colombiana ISA- comenzará con la construcción del polémico y resistido proyecto Cardones-Polpaico. Las “megatorres”, como se le conoce, empezarán a levantarse en forma paralela, es decir, en diferentes puntos de las cuatro regiones que abarca. “Estamos cumpliendo con el cronograma. Contamos con los permisos ambientales y sectoriales que nos permiten iniciar las obras en algunos tramos de la línea antes de fin de mes“, sostuvo la empresa.
Fuente: El Mercurio, por Cristián Rodríguez F.
Pese a ello, las comunidades opositoras aún no bajan sus brazos y sus pretensiones siguen siendo las mismas: paralizar el proyecto o, al menos, que se modifique el trazado para que las torres de alta tensión no sean construidas en las cercanías de sus propiedades.
En esa línea, un nuevo grupo opositor surgió desde el límite de Peñablanca con Limache. Allí, cerca de 100 familias aseguran que se enteraron del proyecto recién el pasado 23 de marzo, cuando la empresa publicó de manera oficial el listado de las propiedades particulares y fiscales que se verán afectadas con el proyecto.
Los residentes del “Cajón de Lebu” dispuestos a dar la batalla para detener la “carretera eléctrica”, y así proteger la salud de sus familias, la calidad de vida que los ha llevado escoger ese lugar para vivir, el bosque nativo y el ecosistema, sin alterar flora, fauna y recursos hídricos del bosque nativo.
Zona protegida
Cajón de Lebu es el nombre del fundo en el que hoy viven cien familias, pero cuya inmobiliaria a cargo ya tiene más de 500 parcelas vendidas y otras 1.500 por vender. En total, más de mil hectáreas de bosque nativo, que además es considerado como una zona de transición hacia la Reserva de la Biósfera de Olmué.
Según comentó la presidenta de la Junta de Vecinos “Lyras de Rayén”, Marjorie Vio, la comunidad que actualmente reside en el fundo se enteró de la situación el mes pasado y no cuando se desarrolló el proceso de evaluación ambiental del proyecto, razón por la cual no tuvieron la posibilidad de participar. Si bien indicó que desconocen el número de torres que se construirán en el sector, calculan que serán al menos 20 debido al área de servidumbre que la empresa declaró que utilizará.
Por lo mismo, la presidenta aseguró que la inmobiliaria ya les informó que presentarán un recurso de reclamación ante los Tribunales Ambientales, puesto que tampoco habrían sido informados del proceso de discusión ni de las expropiaciones que se realizarían en el fundo. Paralelamente, los vecinos evalúan interponer un recurso de protección por considerar que el proyecto atentará contra la calidad de vida y la salud de los residentes.
“Sabemos que estamos contra el tiempo, pero agotaremos todas las instancias para que este proyecto no se realice. Aquí habrá un daño enorme al medio ambiente y a la comunidad, quienes paradójicamente decidimos escapar de la ciudad para venir a vivir a un lugar tranquilo y hoy nos los están quitando“, sostuvo Brenda Fica, residente y vocera del grupo “No a las torres“.
Vista general del nuevo trazado (sin consulta ciudadana) que afectará al Cajón de Lebu, habitado por más de 100 familias, si prospera el proyecto de las “Megatorres”.
Marcha pacífica
Con el objetivo de dar a conocer su mal estar con el trazado de Interchile, los vecinos del fundo decidieron realizar durante la tarde de ayer una marcha pacífica en el sector.
Aunque reconocen que la situación es similar en otras comunas por donde pasará la carretera eléctrica, aseguran estar esperanzados en que el proyecto sea paralizado a través de las conclusiones que arrojará la comisión investigadora de la Cámara de Diputados.
“Las torres provocarán efectos nocivos para el ecosistema. Aquí hay especies de árboles que son únicas, como la alstroemeria. Además de los animales que habitan como el zorro culpeo y el chilla, la águila o el cernícalo. Incluso, el sector está siendo monotoreado por la Conaf y a los residentes no se les permite hacer ninguna intervención sin presentar un plan de manejo“, aseguró la residente y ambientalista Angeolina Azócar, a nombre de la “Fundación Bosque Nativo Cajón de Lebu” (EF).
Termoeléctrica
Como si lo anterior no fuera poco, la comunidad aseguró que no sólo se verán afectados por las “megatorres”, sino que también por la construcción de la Termoeléctrica Los Rulos, en Limache, actualmente evaluación ambiental. Indican que el proyecto, al utilizar agua para su funcionamiento, secará las napas subterráneas que abastecen sus pozos.
Y no sólo eso: desde sus parcelas indican que ya es posible ver las torres eléctricas que se instalaron en la nueva subestación de Chilquinta.
“Aquí habrá un daño enorme al medio ambiente. Decidimos escapar de la ciudad y nos están quitando nuestra tranquilidad”
Brenda Fica, Residente y vocera
1.700 torres de alta tensión son las que construirá Interchile. Cada una sobrepasa los70 metros de alto.
753 kilómetros, aproximadamente, es la extensión de la carretera eléctrica que pasará por cuatro regiones.
100 familias son las que residen en el fundo Cajón de Lebu y que dicen no haberse enterado del proyecto.
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