Entrevista a Jaime Valenzuela Scholz, Miembro del Cosoc de la Subsecretaría de Transportes en representación de la SOCHITRAN, Sociedad Chilena de Ingeniería de Transporte, profesor de Diseño Vial en Universidad de Chile y Universidad Católica de Chile, y de Diplomado en Universidad Católica de Lima, redactor de algunos capítulos en el Manual de Carreteras, Instrucciones de Diseño; MOP, 1982, autor de las “Recomendaciones para el Diseño de Elementos de Infraestructura Vial Urbana (REDEVU)”, MINVU, 1984, con quien hablamos de la Ley de Convivencia Vial y la importancia de reducir la velocidad en ciudad de 60 a 50 kp/h.
Jaime Valenzuela es co-autor de un proyecto destinado a construir una red de ciclovías de 100 kilómetros para Santiago, lo que permitiría contar con una facilidad ciclista a menos de 4 cuadras desde cualquier lugar en la ciudad, y que si bien su iniciativa fue aprobada por unanimidad por un consejo de ministros, ha sufrido por años el retraso en su aprobación final, aduciéndose problemas de presupuesto o de interés social.
De haberse construido esta red, hace años que el actual porcentaje de viajes en bicicleta ya se hubiese multiplicado aún más, considerando una premisa probada, y es que en transporte la oferta genera demanda.
Esta dilación en un proyecto tan importante, es otro ejemplo de cómo nuestra sociedad actual no escucha la voz de los especialistas, la opinión de técnicos cuyas propuestas y estudios se relegan a simples datos de una causa desoída, y no se convierten en acciones concretas. De ahí que vemos la necesidad de redoblar esfuerzos para no solo contar con especialistas que entreguen insumos de análisis a los senadores y paralmentearios que deberán votar e incidir en la aprobación de la Ley de Convivencia Vial, donde Jaime Valenzuela ha sido uno de los especialistas consultados, sino también hacer que los legisladores escuchen y atiendan, informándose antes de votar.
Sobre esta dicotomía, la reflexion de nuestro invitado es clara. “Se trata -cree- de un problema producido por la caída en la valoración del conocimiento: hoy en día todo el mundo puede en cicno minutos saber mucho, gracias a la globalización”.
Antes, el que sabía, era mucho más relevante, agrega, ahora todos saben que en cinco minutos más, pueden “saber”.
Mitos y dudas
Para que todo marche sobre ruedas y tengamos la Ley de Convivencia Vial aprobada en este primer semestre, será necesario despejar las dudas manifestadas por algunos senadores al momento en que votaron favorablemente el proyecto, donde se logró percibir una resistencia por parte de ellos a rebajar de 60 a 50 km/h la velocidad máxima en ciudad, básicamente bajo 3 argumentos:
- Que esta medida aumentaría los tiempos de viaje y los tacos
- Que las nuevas tecnologías otorgan mayor protección en caso de colisión -airbags y otros- y reducen la distancia de frenado, por lo que la velocidad tendría menor impacto, y sus consecuencias serían menos graves que las consignadas en los estudios
- Que es una medida centralista, pensada para Santiago y no necesaria en otras ciudades del país
Jaime Valenzuela sostiene que la Ley es necesaria en Santiago y regiones. “Justamente cuando las calles están más despejadas, es cuando más se eleva la velocidad y ocurren los accidentes o sinietros. Se trata de evitar los atropellos a peatones, que son hoy en día el 40% de los siniestros registrados, y que de ocurrir, por cierto baje la severidad de estos. No es correcto pensar que bajar la velocidad en ciudad aumenta los tiempos de viajes y tacos”. En Chile un dato no menor es que niños menores de 14 años suman el 30% de accidentes con secuelas graves (CONASET).
La velocidad mata: E=mc²
“Las consecuencias del siniestro van a depender no en forma directa de la velocidad sino en relación al ‘cuadrado de la velocidad’, a la energía involucrada.
Un vehículo que se mueve, con una cierta masa, implica cierta energía sinética producto de una expresión matemática sencilla que es E=mc². O sea que si uno aumenta la velocidad, la energía no aumenta linealmente, sino en relación al cuadrado de la velocidad. Y esto es importante, pues es uno de los factores en las consecuencias de los accidentes. Es una Ley que no depende del Senado ni de la pericia del conductor.
Hay una evidencia en Australia, que cuando se disminuyó la velocidad de 60 a 50 kp/h los accidentes bajaron entre un 20 y un 50%, dependiendo de la ciudad. Y eso que la veloicdad de 50kp/h tampoco es la más adecuada. En realidad la gran diferencia ocurre a los 40 kp/h, donde la posibilidad de muerte se reduce al 15%, contra un 60, 80 y más por ciento en los otros casos.
En horario pic, cuando hay muchos autos, la mayoría de los accidentes son topones menores. En cambio, cuando se despeja el tránsito, la velocidad sube y también los atropellos y accidentes.
Mi visión del asunto es pragmática. En general, al no haber fiscalización, las velocidades reales en la ciudad son las que determina cada cual. Si uno se detiene en cualquier calle de Santiago, observará que al no haber demanda, las velocidades no se respetan, ni siquiera las de 60 kp/h, y probablemente no se van a respetar ni las de 40 ni la de 50.
Pero este es un argumento que no es válido desde el punto de vista de la filosofía legislativa. Lo que tienen que hacer las leyes es establecer aquello que es razonable y conveniente para la comunidad, y luego tratar de fiscalizar y llevar al público al cause normal de conducta”.
Invitamos a escichar esta intereasnte entrevista pinchasndo el Podcast de Ivoox en el encabezado.
La música estuvo a cargo de las chilenísimas Eli Morris y Verónica Soffia y los uruguayos del Cuarteto de Nos. La conducción corrió por cuenta de Amarilis Horta y Víctor Hugo Romo.
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