En Enero de este año, el Alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, publicó en su cuenta de Twitter una pregunta: “Queremos hacer una ciclovía en Apoquindo. Partir por el tramo Vespucio/Tobalaba. ¿Dónde la harían?”
No se conocen todas las respuestas que la pregunta del Alcalde obtuvo, salvo las que se deslizaron por la misma red social. Sin embargo, fue el mismo Alcalde quien luego anunció a través del Diario La Segunda que el tema estaba decidido y que se haría por la vereda Sur: “Si bien la ley establece que los ciclistas y scooteristas deben ir por la calle, hay lugares en que la vereda es muy ancha, y a nuestro juicio perfectamente podríamos demarcar una ciclovía”.
La idea de improvisar una Ciclovía por vereda fue rechazada por vecinos y organizaciones de ciclistas y peatones, quienes -con distintos argumentos- reprobaron la iniciativa.
Fotografía EMOL
Por su parte el Municipio, a través de una nota publicada en EMOL, intentó aplacar las críticas señalando que “se trataría de un plan piloto y no de una implementación definitiva, la que estaría sujeta a una constante evaluación“.
Finalmente, en su última sesión de Febrero, el tema ha sido abordado por el Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) de la Subsecretaría de Transportes, al que pertenecen distintas organizaciones como Bicicultura, el Automóvil Club de Chile, la Sociedad Chilena de Ingeniería de Transportes (SOCHITRAN), ONG No Chat, Asociación Vive la Bici, Colectivo Muévete, Fundación Conciencia Vial, Movimiento Furiosos Ciclistas, Ciudad Viva, Red OCEV y la asociación que agrupa a usuarios de motos, AMPROCH, entre otros, quienes decidieron escribir y enviar una carta al Alcalde Lavín, la que se entregó este Martes 2 de Abril y cuyo texto reproducimos a continuación.
Sr. Joaquín Lavín
Alcalde de Las Condes
Presente.
Fecha: 29 marzo 2019
Mat.: [1] Proyecto de ciclovía en acera de Apoquindo
[2] Brigada de control de ciclistas
Estimado Alcalde;
El Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaría de Transportes, (COSOC Nacional Subtrans), en su sesión del pasado 12 de Marzo de 2019, acordó pronunciarse y enviar a usted su opinión sobre las medidas que su gestión ha proyectado, para facilitar la circulación segura de ciclos en la Comuna de Las Condes, de acuerdo a lo informado en Diario El Mercurio del domingo 10 de Marzo.
Quisiéramos partir por felicitar el impulso de su gestión municipal por reconocer al ciclista como un actor relevante en la vialidad, que representa un millón de viajes diarios en la Región Metropolitana, con un crecimiento proyectado aún mayor, gracias a la Ley de Convivencia Vial, al Sistema de Bicicletas Públicas, a la llegada de los Scooters, a la escuela dominical que representa la CicloRecreoVía, y al trabajo incansable de la sociedad civil organizada, por abrir espacio para los modos ambiental y socialmente más beneficiosos y deseables.
Junto con celebrar varias de las medidas destacadas en la mencionada publicación, nos sentimos obligados a señalarle aquellas que nos parecen erradas, peligrosas y desaconsejables.
1. Nos parece un error la habilitación de ciclovías sobre aceras; por razones técnicas, de seguridad de tránsito, de convivencia y por razones político-culturales. De la amplia experiencia y documentación nacional e internacional disponible, que fundamenta nuestra posición, destacaríamos muy brevemente los siguientes aspectos, que sometemos a su consideración:
• La mayoría de los siniestros viales se producen en las intersecciones, y para los usuarios de medios vulnerables es más seguro enfrentar una intersección a nivel calzada, en donde son mucho más visibles, que en acera.
• La circulación de ciclistas a nivel acera produce inevitablemente fricciones con peatones, lo que sin duda exacerbaría las tensiones ya existentes
• Todo el tránsito, la circulación vehicular motorizada, se da dentro de un sistema normado, regido por normas estrictas, fiscalizables y punibles, capaces de generar automatismos en la conducción; por ello, “normar” (y cambiar normas) a conductores de vehículos motorizados, resulta muchísimo menos complejo que normar peatones, libres por naturaleza.
• La legislación chilena consagra la acera para los peatones, y la reconoce no sólo como un espacio de circulación, sino también de detención, encuentro, juego, intercambio y diálogo; ese logro debe ser preservado y protegido, y -en línea con el nuevo urbanismo a nivel mundial- las veredas deben crecer y ensancharse, no reducirse.
• La población usuaria de bicicleta y otros ciclos requiere y demanda hoy soluciones vehiculares, para desplazarse en ciclo a sus lugares de destino en el menor tiempo posible, en tanto que la presencia y circulación de ciclos a nivel acera debe darse sólo a una velocidad reducida, más cercana al paseo, que al transporte.
• El enorme esfuerzo que están actualmente realizando autoridades políticas y técnicas de regiones y de comunas de la RM con mucho menos recursos que Las Condes, por adecuar sus proyectos cicloviarios, e incluso la ciclovialidad ya construida al estándar que exigen los nuevos tiempos, se vería perjudicado, si una de las comunas más pudientes del país decidiera pintar veredas para permitir la circulación de ciclos por su eje principal.
• Chile necesita reafirmar su institucionalidad, promover universalmente el respeto a su normativa, y eso se vive con dramática crudeza en la vialidad, en donde su no acatamiento condena a muerte cada año a 2.000 víctimas, y, – según la normativa actual- el espacio de los peatones es la acera y el de los ciclos está en la calzada, sea bajo la forma de ciclovía, de vía o pista compartida a 30Km/h, o simple y llanamente en calzada de velocidad máxima 50 Km/h. Cualquier iniciativa contraria va contra la normativa vigente y envía un muy negativo mensaje a nuestra sociedad.
• Apoquindo es uno de los principales ejes de la ciudad de Santiago, y está en una comuna que cuenta con el liderazgo y carisma de su máxima autoridad, para implementar una solución real, acorde a los actuales requerimientos sociales y técnicos; para habilitar una ciclovía que prestigie su gestión.
2. Nos parece inquietante la iniciativa de crear una brigada especial para multar ciclistas que circulen por vereda. Considerando que puede tomar algunos años transformar la calzada en un espacio que otorgue garantías de seguridad a cualquier ciclista, independiente de edad, género y condición física, la Ley de Convivencia Vial abre posibilidades para la circulación normada, controlada y no invasiva, de conductores de ciclos por acera peatonal, estableciendo casos y situaciones de excepción tan amplias, como resulte necesario para esta época de transición. Por ello, y para que la labor de dicha brigada esté realmente en consonancia con los objetivos, espíritu y letra de la nueva ley, destacaríamos muy brevemente los siguientes aspectos, que sometemos a su consideración:
• La Ley de Convivencia Vial tiene objetivos encadenados, siendo su objetivo central el otorgar garantías de circulación segura a los nuevos modos de movilidad personal activos y no contaminantes, que irrumpen con cada vez mayor fuerza y presencia, haciéndose e inventándose espacios para circular y estacionar, en ciudades altamente congestionadas, invadiendo espacios peatonales y circulando por calzada en una situación de precariedad e informalidad altamente peligrosa. Esta reforma de la Ley de Tránsito busca formalizar a los ciclos en calzada, pero desde una perspectiva de fomento y facilitación, reconociéndolos como vehículos diferentes, que precisan y ameritan protección explícita, frente a un tráfico motorizado de fuerza tan desigual; por consideraciones de equidad, pero también de beneficio social e interés público.
• Considerando justamente esta fragilidad y vulnerabilidad de los ciclos frente a los vehículos motorizados, es que la fiscalización debe estar orientada a la prevención, debe focalizarse con determinación y vigor en hacer de las calzadas espacios seguros, en lograr el respeto irrestricto de las velocidades máximas y controlar que se cumpla la distancia de 1,5 mts que dicta la ley para adelantar a un ciclo.
• Un enorme aporte a estos objetivos globales y cada vez más sentidos y compartidos por la sociedad chilena, sería el habilitar zonas 30 en todos los sectores residenciales, comerciales, educacionales, de culto y salud de las comunas; en todas las calles de una pista por sentido. Eso, Eso, acompañado de un programa real de educación vial en colegios para docentes, padres y niños, sí ayudaría a que los conductores de ciclos liberaran las veredas y se bajaran masivamente a calles calmadas.
• Otra medida fundamental es la de implementar los espacios de espera especiales para ciclos (bicibox) en todos los cruces semaforizados de Las Condes, porque aumentar la visibilidad, subrayar la presencia y otorgar un tiempo/espacio adelantado de salida a los usuarios vulnerables, es una medida probadamente eficiente para ordenar el tránsito y volverlo más seguro para todos sus usuarios.
• El trabajo de esta brigada podría ser muy efectivo y valioso si se centra en la educación, el desarrollo de conciencia y empatía; si los inspectores conocieran los principios inspiradores y las medidas protectoras que la nueva Ley trae para los ciclos, y controlaran y fiscalizaran el cumplimiento de las normas de circulación de ciclos en espacios peatonales. Entre estas normas, las fundamentales son circular a velocidad reducida y respetar siempre la preferencia de peatones en acera y cruces.
Nuestro Consejo estaría dispuesto y disponible para elaborar, en conjunto con la Municipalidad, una pauta de fiscalización que oriente y facilite la labor de esta brigada, para garantizar su consonancia con los objetivos, espíritu y letra de la nueva ley.
Esperando una acogida favorable a nuestra carta y a nuestra propuesta, a nombre del Consejo, le saludan atentamente,
Amarilis Horta T.
Presidenta COSOC SUBTRANS
Claudia Rodríguez
Vice-Presidenta COSOC SUBTRANS
Jaime Valenzuela
Secretario COSOC SUBTRANS
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