Buscamos educar a consumidores y vendedores en la diferencia clave existente entre una bicicleta eléctrica cualquiera y una de potencia o pedal asistido eléctrico, asimilada por ley de tránsito a la categoría de CICLO, para prevenir que por desconocimiento personas compren bicicletas que para efectos legales y prácticos son vehículos motorizados, cuya conducción exige licencia clase C, patente, permiso de circulación, etc. y evitar que al conducirlas se sitúen sin saberlo al margen de la ley, se expongan a altas multas por infracción gravísima y al retiro del vehículo.

Para lograr este objetivo utilizamos una estrategia validada en proyectos anteriores, constantemente perfeccionada, que emplea una combinación de medios, acciones, recursos y productos presenciales y virtuales de probada efectividad, que contemplan transversalmente la participación de consumidores y vendedores, a fin de poder conocer y entender la situación del mercado de las bicicletas eléctricas o e-bikes, su apego o distancia de la normativa vigente y el grado de conocimiento o desconocimiento de la normativa de todos los actores involucrados, incluidas las entidades públicas encargadas de seguimiento y fiscalización.